Mi humanidad
es frágil mas mi espíritu en Dios es invulnerable pues mi fe lo nutre cada
instante...
En la
adversidad reconozco que mayor es mi propósito que mi circunstancia.
Ante fallarle
al mundo en mis resultados, reconocer que hasta donde Dios me ha llevado es
suficiente para conseguir paz por mi desempeño me hace agradecido ante lo
aprendido.
Por aun estar
vivo revalida mi compromiso de seguir adelante para lograr mi objetivo sabiendo
que sea de oro o de bronce me entregaré día a día por lo que soy y lo que vivo
sin que las expectativas de otros me roben el sueño ni celebrar mis logros...
Mi humanidad
se deleita al saber que mi esfuerzo sirvió para unir un pueblo, para re enfocar
las metas de otros y para ser en el mundo emisario de lo que somos...
Sea de oro o
sea de bronce que mi carrera por la vida y el superar mis obstáculos de ejemplo
sirva para que otros dediquen su vida a lo que le apasiona sabiendo que esto le
ayuda a vivir su propósito cada día...
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